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En Hersill, creemos que la tecnología médica no solo debe estar al servicio de la salud, sino también del bienestar emocional de las personas. Es por ello que, como parte de nuestro compromiso con la humanización de la atención sanitaria, organizamos recientemente, junto al Hospital Clínico San Carlos de Madrid, un taller creativo único, en el que los propios pacientes tuvieron la oportunidad de imaginar cómo quieren que sean los espacios donde reciben sus terapias. Así, se convirtieron en los protagonistas de la transformación de su propio entorno, dándoles voz en un proceso que no solo se centró en lo físico, sino también en lo emocional.

El taller tuvo como objetivo transformar dos salas comunes del hospital de día en el área de Psiquiatría, lugares en los que los pacientes realizan actividades y terapias, en espacios más acogedores y humanos. Durante tres horas y media, los participantes no solo desarrollaron el concepto creativo, sino que trabajaron activamente en la creación de un diseño visual que servirá de base para el rediseño digital de esas salas. Este proceso, más que una mera tarea de transformación, fue una experiencia emocional profunda, que permitió a los pacientes expresar libremente sus deseos, deseos que se reflejaron en cada trazo y cada idea.

Lo que más emociona de este taller, señala Oscar Martínez Jordán, gerente de Hersill, es ver a los pacientes convertirse en protagonistas de su espacio. Cada idea refleja su creatividad y sus emociones, recordándonos que cuidar la salud va más allá del cuerpo: significa crear entornos donde se sientan valorados y escuchados. Esta experiencia nos inspira a seguir humanizando cada espacio de atención.»

 

 

Este taller también brindó una oportunidad invaluable para que los pacientes desarrollaran su creatividad y autoestima. Al trabajar juntos, no solo crearon algo tangible, sino que además favorecieron la interacción social, el fortalecimiento de relaciones interpersonales y la cohesión grupal. El arte, como herramienta de expresión, permitió a los participantes reducir el estrés y conectarse con sus emociones de manera saludable. Fue un espacio de liberación emocional, donde la terapia y la creatividad se unieron para dar forma a un ambiente que no solo refleja las vivencias de los pacientes, sino que también los vincula profundamente con su propio proceso de recuperación.

 

 

Este taller, explica Sara Clemente, terapeuta ocupacional del área de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos, “ha permitido que trabajen algunas de sus competencias y habilidades, interaccionando con compañeros de otros grupos, fomentando la participación y creando un ambiente relajado donde todos han podido participar, generando un sentimiento de mayor capacidad y logro

Este sentido de creación colectiva fue clave para que los pacientes desarrollaran un sentimiento de pertenencia al espacio y al proceso terapéutico. Cada trazo y cada contribución transformaron lo que antes podría haber sido solo una sala común en un espacio profundamente personal. A través del arte, se crearon lazos que no solo mejoran el entorno físico, sino también la experiencia emocional y social del paciente.

El taller, dirigido por Alabra y con la colaboración de la docente Victoria Manjón-Cabeza, no solo buscó rediseñar un espacio físico, sino también fomentar el crecimiento personal y emocional de los participantes. A través de un enfoque metodológico que les permitió transformar sus ideas en elementos visuales concretos, los pacientes se sintieron parte activa de la creación de su propio espacio terapéutico.

Este taller no solo tuvo un impacto en el entorno físico, sino que también dejó una huella emocional en los pacientes. Sabemos que la humanización de la atención sanitaria no se logra únicamente a través de la tecnología, sino también mediante acciones que tocan lo más profundo del bienestar emocional de las personas. Cada detalle en el entorno terapéutico tiene el potencial de generar un ambiente que favorezca la recuperación, aportando esperanza, fuerza y vida.

Este proyecto también tiene como objetivo dar visibilidad social al trabajo esencial de los profesionales de la salud mental y destacar la importancia de reconocer que las enfermedades mentales no son invisibles. Así, a través de su creatividad y colaboración, los pacientes no solo transforman un espacio físico, sino que crearon un entorno en el que ahora se pueden ver reflejados, reafirmando que la recuperación va más allá de los tratamientos médicos: es también el resultado de un entorno que favorezca el bienestar emocional.

 

 

Como terapeuta ocupacional, destaca la profesional Sara Clemente, “este proyecto es una oportunidad para crear un espacio más acogedor y significativo, en el que los propios pacientes pueden tomar decisiones o colaborar en las mismas, consiguiendo hacer el espacio más suyo, más acogedor y cálido. Esto favorece que la visión del espacio terapéutico, que a priori puede vivirse como algo hostil, pase a verse como un sitio seguro y de confianza, donde además se les escucha y se les tiene en cuenta”.

En Hersill, seguimos comprometidos con la humanización de la atención sanitaria, entendiendo que la salud es un concepto integral que va más allá del cuidado físico. Implica también el bienestar emocional, social y psicológico de cada persona, aspectos que juegan un papel crucial en su proceso de recuperación y calidad de vida. Creemos que una atención que considere todas estas dimensiones es esencial para brindar un enfoque más completo, humano y eficaz en el cuidado de la salud.

 


Hersill forma parte de la campaña #TecnologiasQueHacenPais, que pone en valor a las empresas tecnológicas que desarrollan, fabrican e innovan en España. A través de su trabajo, contribuye activamente al fortalecimiento de la industria tecnológica nacional, impulsando la creación de empleo y el progreso económico, al tiempo que refuerza la autonomía industrial de España para afrontar los retos del futuro

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