EFE | MAD-CORONAVIRUS EMPRESAS | POLÍTICA | LA VANGUARDIA |Móstoles, Madrid | 26 OCTUBRE 2020

 

El consejero madrileño de Economía, Empleo y Competitividad, Manual Giménez (Cs), ha señalado la importancia de que las pymes madrileñas «apuesten por la inversión en I+D+i en su proceso de internacionalización», resaltando la labor de dos empresas de Móstoles: Hersill y FESA.

Giménez ha visitado este lunes las instalaciones de estas dos empresas, situadas en el Polígono de Las Nieves de Móstoles, y que son «un ejemplo de cómo la industria y la tecnología madrileñas se están posicionando de manera paulatina pero contundente en todo el mundo», en especial, en el caso de Hersill.

Esta última, una empresa familiar fundada en 1973, ha multiplicado su producción en los últimos meses de pandemia, sobre todo de respiradores o ventiladores pulmonares, gracias al importante acuerdo alcanzado en abril con el Gobierno nacional para fabricar 5.000 de estos aparatos para la sanidad española.

Cuando se decretó el estado de alarma, la empresa Hersill tenía componentes para fabricar 100 respiradores, y en esos momentos Madrid era la zona más afectada por la epidemia.

La empresa recibió inmediatamente un pedido de esas 100 unidades desde el Servicio Madrileño de Salud, con el conocimiento del Ministerio de Sanidad, y consiguió fabricarlos en siete días.

Posteriormente, el Ministerio de Sanidad les puso en contacto con el de Industria y éste a su vez con otras empresas para que les ayudaran en la tarea de multiplicar la capacidad de producción y llegar a producir los 5.000 respiradores que el Estado les llegó a encargar.

Dado el colapso a nivel internacional en este sector, que dificultaba conseguir ciertos componentes, la compañía tuvo que buscar un fabricante alternativo de válvulas, lo que obligó a los ingenieros de Hersill a rediseñar parte del respirador, readaptar el software y realizar numerosos test.

Para superar esas limitaciones, el Ministerio puso en contacto a Hersill con la empresa Escribano Mechanical & Engineering, una empresa con una gran capacidad de mecanizado de alta precisión y una plantilla importante con personal de montaje, con la que juntos llegaron a producir los 5.000 respiradores encargados.

El consejero ha agradecido a esta empresa que, pese a ser una compañía de gran capacidad exportadora, en los peores momentos de la pandemia «dejaron de atender proyectos que tenían para la exportación, todo lo que estaban haciendo, para ayudar al sector público, para salvar vidas».

«Se trata de una labor absolutamente encomiable, muy meritoria y que ha requerido muchísimo esfuerzo y que hoy queríamos agradecer», ha añadido Giménez, que posteriormente ha continuado su visita a Móstoles acudiendo a FESA, otro grupo familiar que lidera el mercado de la manipulación e impresión de rollos de papel en España y Europa.

Se trata de una de las compañías que se ha beneficiado este año de las Ayudas Industria 4.0 del Ejecutivo madrileño, con un importe de 200.000 euros destinado a la inversión en nuevas soluciones robotizadas, sensorizadas y conectadas a la red con impresión y visión de última generación. EFE

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